Tras una breve guerra, Calvard disfruta de una prosperidad económica sin precedentes. Sin embargo, la opinión pública se vuelve insegura a medida que aumenta el número de inmigrantes y proliferan las reformas políticas cuestionables. Acompaña al spriggan Van Arkride en un encargo único que resultará ser más de lo que esperaba. ¿Caerá la nación en el caos? La historia hasta ahora... La vida del spriggan no es más que una de las muchas profesiones que han surgido en la República de Calvard. Ya sea haciendo de detective, negociador o cazarrecompensas, Van Arkride acepta el tipo de trabajo que fuentes legítimas no pueden aceptar. Tanto si se trata de un trabajo que es mejor no hacer público, como si se trata de una petición de una organización criminal de los bajos fondos; siempre que le paguen, aceptará casi cualquier trabajo que se le presente. Corre el año 1208. Una joven de alta alcurnia, vestida con el uniforme de una prestigiosa academia, visita un destartalado edificio en el casco antiguo de Edith, la capital del país. Con la mirada más digna, observa la placa de la puerta que tiene delante. En ella se lee: 'Oficina de Soluciones ARKRIDE: Sólo para Asuntos Complicados". Armada de valor, llama a la puerta tres veces. "¿A primera hora de la mañana...?", refunfuña con un bostezo una voz relajada pero sorprendentemente joven. Desde el momento en que abre la puerta para recibirla, comienza una nueva historia.