Hironobu Sakaguchi, de Mistwalker, reúne el talento de Takehiko Inoue, Kiyoshi Shigematsu y Nobuo Uematsu para presentar el RPG de la nueva generación: Lost Odyssey.

Vive una aventura épica.

Lost Odyssey es un RPG de grandes gráficos y efectos visuales al más puro estilo Final Fantasy pero sin nada que envidiarle a esta mítica saga.

La historia cuenta la vida de Kaim un misterioso y oscuro personaje que tiene el don, o mejor dicho, la maldición de ser inmortal y por culpa de esto ha presenciado la muerte de innumerables personas incluyendo seres queridos y amigos y poco a poco ha ido descubriendo la fugacidad de la vida de la vida humana y el valor de esta misma.

Debido a esta cualidad especial Kaim se ha hecho mercenario por lo que ha participado en innumerables batallas y ha luchado en incontable bandos; Los mercenarios son seres solitarios, no tienen amigos puesto que los compañeros de batalla, pueden ser mañana, enemigos de guerra y solo esperan salir con vida de una batalla para poder participar en otra, siempre luchando por el mejor postor; Todo esto a echo de Kaim un personaje verdaderamente oscuro y poco hablador.

La historia se sitúa en un mundo imaginario dónde la magia, una energía que se esconde en toda persona, despierta de forma inexplicable y da paso a la revolución mágicoindustrial (algo similar a la revolución industrial) que permite grandes avances en la vida de las personas pero al parecer a cambio de grandes costes como la aparición de monstruos y cambios climáticos.

El inicio de la historia nos muestra la caída de un mortal meteorito que acaba con una gran guerra y la vida de todos los que participaban en ella, todos menos Kaim que ahora no recuerda nada de su pasado. Este incidente al parecer es producido por un fallo en el Gran Arca (una especie de gran planta mágica) y el consejo de la cuidad que lleva acabo el proyecto del Gran Arca decide enviar a Kaim, el inmortal, a investigar.

Descubre la verdad detrás del incidente del Gran Arca y los misterios del pasado de Kaim quien poco a poco recordará su pasado gracias a los sueños, gracias a mil años de sueños.